Muéstrame las páginas obtusas,
enséñame la destreza del estar,
como si nada fuera relevante,
así en la tierra como en el cielo.
Guardo un par de excusas
orientadas a extirparme;
es el momento de prender
nuevos fuegos en la luna.
Mírame, acaso yo no puedo
inventarme nuestra muerte
parda en la negrura.
Unidos por el pecho
tantas veces denostado,
ahora empuñamos la mirada
vacía y virulenta,
imantada en el ocaso
de la fuerza vespertina,
así en la muerte como en la vida.
4 comentarios:
bellísimos tu blog, realmente me encanta tu poesía. me voy a tomar más tiempo par leerte. Gracias por visitarme.
Un abrazo desde Argentina
Adriana
¡Eh! Acabo de pillarlo. Si no llega usté a poner las letras verdes, me la sigue colando subliminalmente. Me hago un nudo en el miembro pene tanto para celebrar la revelación como para recordar que debo enlazalle.
fant�sticas, ernest
me dejo de rodeos mola más. :)
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