martes, 2 de junio de 2009

Carmen y Rodrigo

Son el mito moderno de Orfeo y Eurídice. Rodrigo ama la literatura. La escribe así: li-te-ra-tu-ra. Se da una vuelta en bicicleta. Se pede. Se ride. Se jacta y escribe otra vez: li-te-ra-tu-ra. Rodrigo cree en la amistad, pero no en la que arruga las solapas, y así se va tejiendo una mullida tela de araña para cuando se precipita, que suele ser a menudo. Porque Rodrigo no tiene nada a lo que asirse, salvo la palabra asirse, aunque casi nadie lo sabe. Le gusta comer marisco, y con el tacón de sus zapatos marrones hace crujir el plástico que envuelve a las gambas. Y entonces pontifica: "Las gambas, seres kafkianos en forma y fondo, deudores de sí mismos, and cétera and holelá." Pero, por encima de todo, Rodrigo adora olisquear sus calcetines antes de meterlos en la lavadora, le petit plaisir, que lo llama. "Esto también es literatura, li-te-rra-tu-rra incluso" -se anuncia; y un afilado gritito mozartiano amenaza con quebrar las vírgenes de escayola en el salón, y siete mil infantas se yerguen y aplauden en espasmo coral con las pestañas a la virulé. Lo siguiente será comprar un billete para viajar a alguna parte. "Esto debe ser publicado" -se apunta. "Mímesis. Recuerdo esas escapadas... el concejal me observa, desabrido, yo lo escruto a él, descerrajado, y el olear de las olas, chapeau, la mirada del que mira, la que se curte y se tornasola, retorno de carro, titotí, titotá". Y Rodrigo se sienta de nuevo en el sofá, sin perder detalle de su reflejo en la tele apagada, preguntándose por qué el alma le huele a coliflor mustia.

Carmen, por su parte, se está descojonando viva.

5 comentarios:

Violeta dijo...

Sublime. Pero háblanos más de Carmen.

Violeta dijo...

JAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJA. Li-te-rra-tu-rra.

Anónimo dijo...

Carmen, por su parte, se está descojonando viva.

Aida dijo...

Excelsa caricaturización del ser -del ser gilipollas. Opino que Carmen debe tener unas buenas berzas.

Violeta dijo...

Me quiero vivir.